La orientación sexual o identidad de género de una persona es una parte importante de su identidad e influye no sólo en su comportamiento sexual o su autoimagen, sino también en otros ámbitos de su vida.
Por eso es importante que la asistencia tenga en cuenta estos aspectos y aborde las necesidades especiales de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales.
La discriminación sufrida o temida puede llevar a las personas LGBTI a retirarse de las instituciones, a no buscar servicios médicos o asistenciales en primer lugar, lo que puede tener graves consecuencias si es necesario un tratamiento médico o puede provocar déficits sociales o asistenciales.
Puede haber consecuencias físicas y psicosociales, por ejemplo, de la cirugía de reasignación involuntaria realizada en personas intersexuales. Estas también requieren conocimientos especiales y sensibilidad en la atención y el apoyo.
La orientación sexual o la identidad de género no se tienen en cuenta (suficientemente)
Es difícil encontrar ofertas de atención y apoyo que tengan en cuenta a los homosexuales
La discriminación sufrida o temida provoca carencias asistenciales
Por razones de anonimato, hemos bautizado este informe de experiencia.
¿Sabía que el 97% de los centros de atención residencial no pueden ofrecer normas de calidad en el trato con personas del mismo sexo? Este dato es preocupante y pone de relieve la necesidad de un cambio. Por desgracia, muchas personas LGBTIQ ocultan su sexualidad e identidad por miedo a la discriminación y la marginación, mientras que las personas inter* suelen temer la discriminación por su físico. Es nuestra responsabilidad crear un entorno en el que todas las personas estén seguras y sean aceptadas, independientemente de su sexualidad o identidad.
Un ejemplo positivo es el "Lebensort Vielfalt" de Berlín.
La orientación sexual o la identidad de género de una persona es una parte importante de su identidad e influye no sólo en su comportamiento sexual o en la imagen que tiene de sí misma, sino también en otros ámbitos de su vida. Por eso es importante que la asistencia tenga en cuenta estos aspectos y aborde las necesidades especiales de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales.
La discriminación sufrida o temida puede llevar a las personas LGBTIQ+ a retirarse de las instituciones, a no buscar servicios médicos o asistenciales en primer lugar, lo que puede tener graves consecuencias si es necesario un tratamiento médico o puede provocar déficits sociales o asistenciales.
Puede haber consecuencias físicas y psicosociales, por ejemplo, de la cirugía de reasignación involuntaria realizada en personas intersexuales. Estas también requieren conocimientos especiales y sensibilidad en la atención y el apoyo.
¿Por qué necesitamos servicios especiales que tengan en cuenta la sensibilidad queer en los cuidados y la atención a las personas mayores queer?
Se trata de la generación de lesbianas, gays, bisexuales, trans*, inter* y queer que han crecido con rechazo, marginación y experiencias de violencia. Aunque las personas mayores queer tienen cada vez más confianza en sí mismas a la hora de defender sus derechos, a menudo temen volver a ser discriminadas en la vejez y necesitan cuidados, y ocultan su identidad en los centros de atención a mayores por miedo al rechazo.
Este grupo de mayores LGBTI se ha enfrentado en el pasado al rechazo, la marginación y la violencia, pero en las últimas décadas ha luchado cada vez más por sus derechos. Hitos importantes en este camino fueron la suspensión de la persecución penal de las relaciones sexuales entre hombres del mismo sexo en virtud del artículo 175 en 1969, su abolición en 1994 (las mujeres que aman a mujeres también estaban discriminadas por este artículo -aunque su estilo de vida no estuviera explícitamente penalizado-), la introducción del matrimonio para todos en 2017, un alcalde gay de Berlín y una ministra lesbiana de Medio Ambiente.
También ha habido éxitos parciales en el reconocimiento de las identidades trans* e inter*. Sin embargo, los afectados siguen luchando por reformas legales, participación social y reconocimiento de sus identidades.
Las personas mayores LGBTIQ* se enfrentan a la cuestión de cómo pueden llevar una vida autodeterminada en la vejez, especialmente si dependen de la ayuda de otras personas. Un vistazo a los centros de atención a la tercera edad muestra que no siempre están preparados para las personas LGBTIQ como grupo objetivo. Por ejemplo, la cirugía de reasignación involuntaria puede tener consecuencias físicas y psicosociales para las personas intersexuales. Esto también requiere conocimientos especiales y sensibilidad en la atención y el apoyo.
Debido a que muchas personas LGBTIQ* no tienen hijos o reciben menos apoyo de su familia de origen, suelen depender de los servicios profesionales de atención a mayores a medida que envejecen. Sin embargo, los estudios han demostrado que muchas personas LGBTIQ* se muestran escépticas ante los servicios tradicionales que ofrecen los servicios de atención a mayores.
Las razones pueden ser experiencias vitales formativas de exclusión y rechazo, que a menudo conducen a una gran desconfianza hacia las instituciones que no muestran un apoyo y aceptación explícitos de las ofertas de la comunidad.
En Queer Care, comprendemos los retos únicos a los que se enfrentan las personas LGBTIQ+ en el panorama asistencial. Nuestro principal objetivo es ofrecer un recurso completo y accesible que no solo informe, sino que también empodere y apoye a la comunidad.
Nos esforzamos por tender un puente entre las personas queer que necesitan atención y los proveedores que no sólo son profesionales y tienen experiencia, sino que también pueden garantizar una atención sensible a las cuestiones queer. Esto incluye proporcionar información práctica y actualizada sobre servicios asistenciales, servicios de apoyo y materiales educativos específicamente adaptados a las necesidades de las personas LGBTIQ*.
Además, nuestro objetivo es promover una red de profesionales y organizaciones comprometidos con la integración de la diversidad y la inclusión. No solo queremos educar y asesorar, sino también contribuir activamente a que el mundo de los cuidados sea más inclusivo y justo.
En última instancia, nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas queer, garantizando que sus necesidades asistenciales sean tratadas con dignidad, respeto y comprensión. Nos comprometemos a garantizar que todas las personas de la comunidad reciban el apoyo y los recursos necesarios para llevar una vida plena y saludable.
La participación activa en la vida social es especialmente importante para las personas mayores, ya que a menudo se ven afectadas por el aislamiento social y la soledad. Este riesgo es mucho mayor para las personas LGBTI* de esta generación, ya que a menudo no tienen hijos o experimentan menos apoyo de su familia de origen.
El miedo a la discriminación y los sentimientos de vergüenza pueden hacer que no se utilicen los "cuidados". Es fácil encontrar servicios de atención especializada diseñados para respetar las necesidades y deseos individuales del colectivo LGBTI* en el contexto de su identidad. Esto ayuda a mejorar la calidad de vida y a garantizar una asistencia de calidad.